domingo, 27 de enero de 2013

Quiromasaje

He leido un artículo interesante que transcribo literalmente abajo.
Habla de la alternativa a los antiinflamatorios para calmar dolencias musculares derivadas (entre otras cosas) del ejercicio físico: el masaje.
Me quedo muy pensativa ante esta frase, que además resaltan en negrita y que copio a continuación... "los efectos biológicos de los masajes sobre el músculo esquelético siguen siendo inciertos".
Quizá una visión puramente científica o más bien diría matemática ( en cuanto a resultados medibles) es la que plantea la duda anterior. Hay muchos efectos sobre lo físico que aún no son cualtificables o medibles para establecer un estudio sobre lo concreto.
Y por eso quería añadir mi humilde experiencia sobre el terreno. Quizá no tenga ninguna base científica, y en todo caso ningún dato susceptible de incluir en ningún estudio estadístico sobre la materia. Pero sí es, a mi parecer, a tener en cuenta para completar el artículo.
Hay muchos procesos físicos, mentales y emocionales que se ponen en marcha al efectuar un masaje sobre la musculatura contracturada. Es más que evidente que el alivio de las tensiones, producto del amasamiento muscular es uno de los primeros efectos que se pueden notar. Al mismo tiempo que la circulación sanguínea se activa en la zona para aportar las sustancias necesarias para devolver la elasticidad y recuperar el estado óptimo no solo de la musculatura, sino de los sistemas adyacentes que también se ven afectados.
La relajación nerviosa es también uno de los efectos llamémosle "colaterales" que se producen junto con lo anterior.
Y por no hacerlo muy largo, es fácil relacionar todo esto con el bienestar y el alivio que se siente, y que por consiguiente afecta al estado mental y emocional de la persona que recibe el masaje.
En cualquier caso el artículo es ilustrativo de que un buen masaje puede sustituir a un antiinflamatorio...y qué duda cabe de que es mucho más agradable de recibir...

 www.yogaquiromasaje.com




 


Los deportistas lo saben, igual que sus entrenadores y fisioterapeutas, pero hasta ahora no existían pruebas fisiológicas y bioquímicas de los efectos reparadores de los masajes. Ahora, sí. Un trabajo publicado en 'Science Translational Medicine' demuestra que 10 minutos de masaje desencadenan una serie de reacciones que reduce la inflamación y el dolor muscular después de realizar un ejercicio intenso.
Cualquier equipo o deportista que se precie tiene un fisioterapeuta 'de cabecera' que además de tratar las lesiones 'mima' los músculos con masajes que, según diversas hipótesis, "moderan la inflamación, mejoran el riego sanguíneo y reducen la rigidez de los tejidos, disminuyendo así la sensación de dolor", explica el estudio. Pero lo cierto es que "los efectos biológicos de los masajes sobre el músculo esquelético siguen siendo inciertos".
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Los autores de esta investigación seleccionaron a 11 varones jóvenes y activos que realizaron un ejercicio intenso que les provocó cierto daño muscular. Después de eso, sólo uno de sus dos cuádriceps recibió un masaje terapéutico durante 10 minutos. Una vez finalizado el tratamiento, los autores realizaron dos biopsias en ambas piernas, una a los 10 minutos y otra a las dos horas y media.

Una alternativa a la pastilla

Los análisis de las muestras indicaron que en el músculo masajeado se habían producido ciertos cambios. "El masaje mermó la expresión de citokinas inflamatorias en las células musculares y promovió la biogénesis de mitocondrias, que son las unidades celulares productoras de energía", explica Simon Melov, responsable de los exámenes genéticos de las biopsias y experto del Instituto de Investigación Buck (EEUU).
Los resultados obtenidos por Melov y sus colegas de la Universidad McMaster (Canadá) indican "que el músculo dañado por el ejercicio es sensible a una sesión de 10 minutos de masaje" y que los efectos de este tratamiento "son similares" a los de los fármacos que se utilizan habitualmente para combatir el dolor y la inflamación muscular.
"Nuestros datos sugieren que los efectos positivos percibidos de los masajes son el resultados de una producción atenuada de citokinas inflamatorias, cosa que reduciría el dolor a través del mismo mecanismo que los medicamentos antiinflamatorios convencionales, como los AINEs", concluyen los autores.
La constatación científica de los beneficios de los masajes es importante porque los dolores musculares son muy comunes y los tratamientos farmacológicos no siempre son ideales. Esta terapia alternativa "podría ser útil para un amplio espectro de individuos incluyendo los mayores, aquellos que sufren lesiones musculoesqueléticas y los pacientes con enfermedades inflamatoria crónica", apunta Mark Tarpolsky, autor principal del estudio.

Cristina de Martos (El mundo)

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