domingo, 18 de octubre de 2020

Marte retrógrado y/o Viparita Virabhadrasana (El guerrero pacífico)

Conectando mitos y arquetipos


El planeta Marte sigue su retrogradación, que comenzó el 9 de septiembre y que durará hasta el 14 de noviembre de 2020 . Significa que la energía de ese planeta y por lo tanto de su arquetipo, está “yendo hacia atrás”, es decir no es una energía directa y fuerte sino que está, en cierto sentido, disminuida.

Un poco de paciencia a aquellos que, leyendo este post, se pregunten por qué estoy conectando también la astrología con esta página de Yoga.

Un argumento podría ser que precisamente el yoga implica unión y conexión con todo lo que existe, tanto en el microcosmos que compone el ser humano (cuerpo, mente, emociones, espíritu...etc), como con el macrocosmos que nos envuelve y nos da cobijo en esta existencia humana en la que estamos enfrascados, el planeta Tierra y el Sistema Solar en el que nos encontramos.

Por lo tanto todo tiene una conexión que trasciende lo meramente físico, aquello que vemos, escuchamos, tocamos, sentimos…

Como dijimos en el anterior post, el arquetipo de Marte, o Shiva tiene que ver con la energía iniciadora, con la guerra tanto en su acepción más evidente, como en su conexión metafórica al referirnos a todos esas lides que sostenemos con nosotros mismos y los demás a nivel evolutivo, espiritual...etc. Y es esta acepción más metafísica la que nos interesa cuando hablamos de la energía que mueve psíquica y físicamente este arquetipo.

Como dijimos antes, en nuestro Sistema Solar tenemos a Marte retrogradando, y en este tiempo su energía es diferente. Ni mejor ni peor. Todo se usa de un modo constructivo o destructivo dependiendo de la conciencia que pongamos en ello, y en consecuencia la forma mental que surja de esa conciencia, lo que dará lugar posteriormente a la acción.

Todo planeta retrógrado nos invita a desacelerar el ritmo en el ámbito que pertenezca a ese planeta, y por lo tanto tenemos una oportunidad de revisar, de observar, analizar, para posteriormente, cuando comience de nuevo su movimiento directo, rectificar, o quizás actuar de una forma diferente, transformando nuestros automatismos y nuestros actos inconscientes hacia una nueva forma más evolucionada, más eficaz, que no genera ningún gasto de energía extra.

Con Marte directo, no hay mucho lugar a recapacitar, porque su energía es impulsiva e iniciadora, es más de disparar y luego preguntar. De ahí que este tiempo de retrogradación pueda ayudarnos a matizar ese impulsividad en la acción para que nuestros actos y la energía que ponemos en ellos esté optimizada y sea equivalente y acorde a lo que la situación demanda.


En yoga tenemos la figura del guerrero pacífico...Viparita Virabhadrasana, que encaja en este arquetipo que nos ocupa hoy, de Marte retrógrado.

Es la figura que nos remite a ese guerrero espiritual que después de dejarse llevar por la rabia y por la inercia en la lucha, se vuelve hacia adentro, recoge sus armas en un movimiento “pasivo” y reanuda su acción después de revisar y observar las posibles consecuencias de su ataque, lo que le ayuda a ser más ecuánime y reemprender la acción desde un lugar más congruente a la evolución que proponen siempre todas las acciones que emprendemos.

Te invito a pensar en todo esto la próxima vez que estés realizando este asana, ya que cuando ponemos energía mental en nuestra ejecución física, potenciamos los beneficios físicos, psiquicos y emocionales que estamos trabajando junto con el aporte energético que nos trae el arquetipo correspondiente.



(Imagen tomada de Internet)




 

domingo, 4 de octubre de 2020

El arquetipo Marte y/o Shiva

 


La palabra arquetipo nos remite a un modelo que contiene una representación de una idea o conjunto de ideas que se pueden representar mediante un simbolo, una imagen, una palabra, un sonido...etc. Y en el caso que nos ocupa es una forma de representar o hacer una analogía entre el macrocosmos que nos envuelve y el microcosmos en el que nos movemos en nuestro cotidiano. El arquetipo, a grandes rasgos,  nos ayuda a través de su influencia en nuestra psique,  a armonizar ese microcosmos interior al macrocosmos.

No es una definición académica sino mi forma particular de vivirlo y aplicarlo.

Así, cuando hablamos de Marte, nos podemos estar refiriendo tanto al dios de la guerra romano, como a uno de los planetas de nuestro sistema solar, ambos tienen unas cualidades características que se vierten en el arquetipo, de modo que tanto uno como otros están intimamente relacionados en los simbólico a través de estas cualidades.

Por ejemplo, el planeta Marte, es llamado también el planeta rojo por su alto contenido en óxido de hierro. El hierro es un metal altamente denso y duro, que también se encuentra presente en los glóbulos rojos y se encarga de transportar el oxígeno a través de la sangre. Una sangre sin este metal, nos priva de fuerza, energía y se traduce en lo que llamamos anemia. Como fuerza planetaria tiene tanto las cualidades físicas, como un conjunto de energía-conciencia o fuerzas.

Marte como dios romano tiene también muchos atributos, entre ellos es dios de la guerra, de la violencia, de la pasión, de la sexualidad, del derramamiento de sangre, es patrono también de los guerreros...etc.

Cuando hablamos del arquetipo de Marte, estamos englobando en él cualidades de iniciativa, fuerza, impulso, autodeterminación...como un guerrero que avanza firme hacia su objetivo. Habla también del sagrado masculino, el iniciador, el guerrero espiritual, el pionero, el atleta, el amante...etc

Y estas mismas cualidades se utilizan en Astrología para analizar una Carta Natal, en función de los aspectos o relaciones que marca, en el momento del nacimiento, el citado planeta, o más bien, el arquetipo del planeta

En Yoga se usan fundamentalmente arquetipos, tanto en su iconografía espiritual, como en las asanas que “representamos” en la práctica física de esta técnica.

La forma o asana que estamos representando, nos están trayendo toda la información en forma de vibración, que subyace bajo esa apariencia física a través del arquetipo que la define, y nos ayuda a integrar todas sus cualidades desde el cuerpo físico hacia los demás cuerpos, mental, emocional, espiritual, especialmente cuando ponemos conciencia en todo ello con una mente concentrada y serena. Se podría decir también que el arquetipo al que “invocamos” al representar su forma a través del asana, nos empuja hacia un determinado comportamiento o conducta, según la vibración de la fuerza que se trate.

De forma análoga, en la mitología Hindú también existe el arquetipo al que pertenece la fuerza de Marte. En este caso el dios que la representa es Shiva y las posturas que escenifican ese arquetipo son, entre otras, los llamados guerreros o Virabhadrasana.

Por no hacer muy largo este post, dejaré esta introducción en este punto y seguiremos profundizando en las cualidades del arquetipo del guerrero en Yoga en siguientes publicaciones. 

 


martes, 22 de septiembre de 2020

Un guerrero dirige su energía al Cielo con los pies en la Tierra Virabhadrasana I

 Retomo este blog con la figura del guerrero Virabhadrasana. La mente occidental piensa en confrontación, pero este asana nos sugiere profundizar en esa supuesta batalla, el guerrero es espiritual, y la batalla se libra en nosotros mismos. 

Es una guerra que nos lleva a integrar el ego, confrontarlo desde el cuerpo,  de forma que no sea el único protagonista de nuestras vidas. El ego no será erradicado en esta experiencia dual que vivimos en la Tierra, así que hay que conocerlo e integrarlo de forma que sea un compañero de camino y no el que dirige nuestras vidas. 

En esta postura se representa esa batalla espiritual, cada corrección que hacemos, cada fibra muscular que sentimos, cada exhalación que nos armoniza...en definitiva Virabhadrasana, nos ayuda a hacernos uno con nuestro ego, sin menospreciarlo ni ensalzarlo, simplemente asumiendo que existe y es necesario en esta experiencia terrenal, y ello nos aportará la Paz que ansiamos, porque acabará la lucha interna. 

Empezamos con Virabhadrasana I 



Empuño las espadas al cielo...mi corazón está abierto, mis pies están firmemente arraigados en la tierra y dejo que fluya la energía del Cosmos, la energía de Marte que me ayuda a integrar la explosión de la Fuerza en todos sus grados y matices.